miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un amigo

Algunas veces casi sin querer, dentro del maremágnum de información con que somos invadidos todos los días, se filtra algo parecido a la emoción.
Hace unos meses estuvo en Buenos Aires un trío de jazz internacional cuyo líder es el histórico baterista Peter Erskine.
Fue durante años el baterista de Weather Report compartiendo la base rítmica con el genial Jaco Pastorius, infaustamente muerto joven.
Según contó Peter Erskine en un reportaje estuvo en el concierto en el Luna Park del que ya hablé.
Pero lo que sabía lo contó su baterista; "gracias a Weather Report tuve la oportunidad de tocar en Buenos Aires, a fines de los '70. La banda habló durante años de aquel show en el LunaPark; estábamos orgullosos de aquella noche".
Parece que no sólo los ratis y yo se habían dado cuenta.

Al principio de su novela "La inmortalidad", el escritor checo Milan Kundera, incluye como prólogo una descripción de la inspiración de su novela, que comienza con un gesto sublime de una mujer mayor a su instructor de natación. La anciana hace un gesto sencillo pero la actitud de una joven y el escritor es emocionado por la poesía que descubre en la aparente anomalía.
Un gesto así es algunas veces todo lo que recordamos de una persona.
Muchas veces lo que recordamos de alguien es casi aleatorio. Muchos años después una misma vivencia es recordada por dos protagonistas casi como si fueran episodios distintos. Tal es la naturaleza de nuestra memoria.
Pero un gesto poético debiera ser el elegido a la hora de recordar a alguien.

Cuando le preguntan Peter Erskine qué recuerdos tiene de Jaco Pastorius dice simplemente: "a pesar de su virtuosismo, lo que más recuerdo de él, es su sonrisa. Aún lo extraño".

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