martes, 19 de enero de 2010

Dos momentos en la vida de Baruj Spinoza

"Maldito sea de día y maldito sea de noche, maldito sea al acostarse y maldito sea al levantarse, maldito sea al entrar y al salir, no quiera el Altísimo perdonarle hasta que su furor y su celo abracen a este hombre; lance sobre él todas las maldiciones escritas en el libro de esta Ley, borre su nombre de bajo los cielos y sepárelo, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, con todas las maldiciones del firmamento escritas en el libro de la Ley. Y vosotros, los unidos al Altísimo, vuestro Dios, todos vosotros que estáis vivos hoy, advirtiendo que nadie puede hablarle oralmente ni por escrito, ni hacerle ningún gavor, ni estar con él bajo el mismo techo ni a menos de cuatro codos de él, ni leer papel hecho o escrito por él."

Texto final del herem, la excomunión que sufrió el filósofo Baruj de Spinoza siendo aún muy joven y con nada publicado, el día 27 de Julio de 1656. Tenía apenas 24 años, habiendo nacido en 1632. No habían sido publicados ni el "Tratado de la reforma del Entendimiento", ni el "Tratado teológico político" y menos aún la "Ética según el modo geométrico".

Qué pudo haber dicho, escrito o pensado un joven marrano de origen portugués en la Amsterdam de mediados del siglo XVII ? Sobre todo cuando toda su filosofía, brillante, innovadora y genial; todavía no había visto la imprenta ?

Años más tarde, en los años cincuenta del siglo XVII; un extraño personaje de la época, Francis van den Enden instala en Amsterdam un taller de enseñanza de latín. Dicho taller estaba ubicado en el barrio judío.
Spinoza, que siempre vivía alquilando cuartos en casas de pintores, asiste al taller y aprende latín. Al taller de van den Enden también asistiría otro habitante del barrio, Rembrandt van Rijn y es más que probable que ambos, el pintor y el filósofo hayan tenido algún contacto.

Tiempo después van den Enden se instala en París, donde a su nuevo taller de latín asiste Leibniz. Participa en un complot para asesinar a Luis XIV e instalar una república en Normandía. Pero es capturado y muere decapitado en 1674.

Excelente idea para una obra de teatro corta, los diálogos entre Rembrandt y Spinoza después de la clase de latín, habiendo leído tal vez, a Lucrecio. Y Leibniz leyendo después las anotaciones de Spinoza en un manual usado de latín.

Algún otro la escribirá. No creo que me sea dado el tiempo para poder escribirla pero espero que el autor futuro que no conozco no sea maldecido por ello.

2 comentarios:

Diego dijo...

Si me diera el tiempo para leer todo lo que haría falta leer para escribir algo así... algún día, algún día... Spinoza es de mis favoritos, como lo atestigua el título de mi blog.
Saludos, Gool.

goolian dijo...

Diego, hágase el tiempo no es tan difícil.
Le recomiendo el libro sobre Spinoza de Diego Tatián, que encuentra en cualquier quiosco en la calle de tapa negra y precio accesible.