lunes, 19 de enero de 2009

Los jardines de Epicuro

Tengo la incipiente sospecha de que el derrotero de la historia de la filosofía no siguió por los carriles adecuados. En general se coincide en ver a la antigua Grecia como la cuna de la filosofía, pero la evolución a través de la Edad Media hacia el racionalismo cartesiano se da a partir de la trilogía de Sócrates, Platón y Aristóteles. Estos tres pensadores fueron preservados por los musulmanes primero y la escolástica medioeval después para llegar a ser los "padres fundadores" de la historia del pensamiento.
Pero eso es, me atrevo a pensar, porque al cristianismo le convino, ya que el neoplatonismo era en cierto modo afín a él en su idealismo y su cierto desprecio por la materia.
Con la conquista casi imposible que realizó Alejandro de Macedonia del imperio persa aqueménida, se produjo una expansión del idioma y la cultura griegas a territorios mucho más vastos y extraños que los que habían conocido anteriormente. Pirrón conoció gimnosofistas en el valle del Indo que no eran otra cosa que brahmanes o yoguis. Un neoplatónico hablando de los Upanishads ! Eso fue globalización avant la lettre!
Y por supuesto tuvo una influencia muy grande en la filosofía que siguió su curso en gran medida criticando a la trilogía sagrada.
No sólo hubo neoplatonismo sino también la escuela cínica, unos rebeldes anarquistas; los estoicos que incluso tuvieron en sus filas hasta a emperadores romanos y los epicúreos materialistas.

Tengo la sospecha que la filosofía helenística llegó a alturas nunca alcanzadas a posteriori, dentro de su contexto histórico. También la ciencia parece haber alcanzado cimas insospechadas, el reloj de Antikitera o la medición del diámetro de la tierra son también de época helenística.

Epicuro fue un filósofo materialista que pensaba que los mayores obstáculos que se oponen a la felicidad humana son el temor a la muerte y a la ira divina, y pueden ser eliminados gracias al conocimiento de la naturaleza, es decir el avance de la ciencia. De hecho, la ética epicurea asegura a los hombres que la felicidad es fácilmente alcanzable una vez se hayan satisfecho unas pocas necesidades naturales indispensables, ya que la felicidad no es otra cosa que la ausencia de dolor físico (que generalmente es breve y provisional) y un estado de ánimo libre de cualquier turbación o pasión (ataraxia). Así, la felicidad, para Epicuro, se identifica con un placer estable o incluso con la alegría de vivir .
Las preocupaciones que el autor propone evitar son tres: el temor a los dioses, el temor a la muerte y el temor al futuro. Si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado alejados de nosotros, los humanos, y no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no tenía sentido temerles. En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que “todo bien y todo mal residen en la sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de sensibilidad”. La muerte en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha llegado y cuando llegó ya no vivimos. Esta concepción de Epicuro trasciende el tema de la muerte en sí. Él propone una sabiduría de vida caracterizada por el optimismo y la admiración ante la existencia del mundo y del hombre. Por último, carece también de sentido temerle al futuro puesto que: “el futuro ni depende enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desespéranos como si no hubiera de venir nunca”. El destino no existe, poseemos algunas cosas por azar y otras por obra nuestra, y son estas últimas las que debemos atender.

Epicuro es también considerado una figura importantísima en el desarrollo de la ciencia y del método científico por su insistencia continua en que nada debe ser pensado sin haber sido testeado por observación directa y deducción lógica.

Habla Epicuro:

"Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco".

"Todo el mundo se va de la vida como si acabara de nacer".

"Quien un día se olvida de lo bien que lo ha pasado se ha hecho viejo ese mismo día".

"La muerte es una quimera, pues cuando yo estoy, ella no está; y cuando ella está, yo no."

"Comamos y bebamos que mañana moriremos"

"El que menos necesita del mañana es el que avanza con más gusto hacia él"

"Muchos que obtuvieron riquezas no encontraron en ellas la liberación de sus males, sino un cambio de éstos por otros mayores"

"Si Dios prestara oídos a las súplicas de los hombres, pronto todos los hombres hubieran perecido, porque de continuo piden muchos males los unos contra los otros"

"Nada hay temible en el vivir para quien ha comprendido rectamente que nada temible hay en el no vivir"

No hay comentarios: